Ante la inminencia de una huelga ferroviaria nacional, la "Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen" (BLET) ratificó el acuerdo laboral propuesto por la administración Biden. Sin embargo, los miembros de la "International Association of Sheet Metal Workers Air, Rail, and Transportation" (SMART-TD) lo rechazaron. Estas organizaciones son las mayores de los doce sindicatos ferroviarios, y representan a más de la mitad de los 110.000 empleados ferroviarios de Estados Unidos. Hasta ahora, ocho sindicatos han aprobado el acuerdo, mientras que cuatro lo han rechazado.
Factores que contribuyen a una posible huelga ferroviaria

El principal desacuerdo es la falta de días de baja por enfermedad, ya que los sindicatos exigen 15 días de baja remunerada. SMART-TD tendrá un periodo de "reflexión" hasta el 8 de diciembre de 2022, durante el cual no podrá haber huelgas ni cierres patronales. No se sabe si la Brotherhood of Maintenance of Way Employees Division (BMWED) y la Brotherhood of Signalmen (BRS), concederán una prórroga para negociar junto con SMART-TD y la International Brotherhood of Boilermakers (IBB). Aunque el Congreso tiene autoridad para intervenir forzando un acuerdo, la postura de la Casa Blanca es que un acuerdo laboral negociado en la mesa de negociaciones es preferible a una huelga ferroviaria. Es probable que otros sindicatos no estén dispuestos a cruzar los piquetes de cualquier sindicato que abandone el trabajo.
Posibles consecuencias

Una huelga ferroviaria en todo el país devastaría una cadena de suministro ya de por sí sobrecargada. Las pérdidas potenciales podrían ascender a 2.000 millones de dólares diarios para la economía estadounidense. Los siete ferrocarriles de clase I transportan aproximadamente el 40% de los volúmenes de mercancías de larga distancia de carbón, productos químicos, alimentos, bienes de consumo y electrónica.
Industrias afectadas
Los fabricantes de productos químicos y las refinerías de petróleo dependen del ferrocarril para transportar sus productos. La producción de todo tipo de productos, desde gasolina para automóviles hasta cloro para plantas de tratamiento de aguas, se detendría. Aproximadamente el 30% de todos los alimentos envasados en Estados Unidos se transportan por ferrocarril. Los productores de carne de cerdo y pollo que dependen del ferrocarril para transportar semanalmente 27 millones de fanegas de maíz y 11 millones de fanegas de soja para la alimentación animal tendrían que recurrir al transporte por carretera. Una huelga ferroviaria también afectaría al tráfico de cercanías, ya que AMTRAK depende en parte de vías que pertenecen y son explotadas por ferrocarriles de mercancías. Los minoristas también están preocupados por los pedidos en línea, ya que FedEx y UPS utilizan vagones con capacidad para unos 2.000 paquetes en cada vagón.

Fuentes:
https://www.cnbc.com/2022/02/03/why-freight-railroads-are-so-successful-in-the-us.html
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